martes, 27 de mayo de 2008

En el fondo del cajón



Pocas veces miro las fotos de mi viaje. Pocas veces vuelvo atrás, aunque a menudo la memoria se ocupa de recuperar los detalles más minúsculos de aquello que viví durante cuatro meses. Conseguí dormir mis recuerdos, pero quizás por la proximidad del verano, de un nuevo viaje, quizás por el final de este curso en el que he intentado conseguir estabilizar mi vida, vuelven a revivir sensaciones e impresiones que acumulé durante esos 4 largos meses. A veces me encuentro paseando por Beijing bajo la lluvia, visitando Datong o contemplando el cielo en Mongolia. Pocas personas han visto fotos de mi viaje, excepto las que publiqué en este blog. Pocas personas han visto más que unas pocas decenas de las más de 4000 fotos que tomé. Ni yo las miro, ni yo escucho la música nepalí que compre en Katmandú y que escuché en mis interminables viajes de tren. Quizás las emociones estén mejor calmadas, como el agua de un lago tranquilo en el que se reflejan las montañas. Quizás sea mejor que no una marea de emociones, recuerdos e ilusiones. Quizás sea mejor olvidar que durante cuatro meses de mi vida fui más feliz de lo que lo haya sido nunca.
A veces recuerdo, y pienso... yo he estado allí!




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