miércoles, 5 de septiembre de 2007

Tibet

Los primeros dias en Lhasa fueron calmados. El mal de altura no te permite hacer demasiado y debes dejar pasar un par de dias antes de hacer nada que implique un esfuerzo fisico. El tercer dia y despues de haber reclutado a un monton de gente para ir a ver el Jokang (el templo sagrado de Lhasa, la razon de ser de Lhasa) me declararon guia oficial, solo que a pesar de intentar comprarme una banderita como el resto de guias yo no tenia. Fuimos como diez personas, fue muy simpatico ademas de interesante. Luego fuimos a comer a un restaurante tibetano y mientras esperabamos la comida converse con alguna gente con mi primitivo tibetano que en mas de una ocasion me saco de un apuro. Viitamos el Barkor, la plaza y el camino que rodean al Jokang y que los tibetanos recorren en el sentido sagrado, el de las agujas del reloj incluso postrandose continuamente en senyal de devocion.

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